En Defensa del Instituto de Cultura Puertorriqueña: La Cultura No Se Vende
- Marisel Flores Carrión

- 12 feb
- 2 Min. de lectura

El sindicato ProSol-Utier Capítulo ICP hizo un llamado a la creación de un frente amplio en defensa del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) ante la amenaza que representan el Proyecto del Senado 0273 y el Proyecto de la Cámara 0017. En respuesta, el 3 de febrero diversos sectores atendieron la convocatoria y logramos la formación del frente “Todo Puerto Rico con el ICP”. Desde entonces, más grupos y organizaciones se han unido a nuestro reclamo, fortaleciendo este esfuerzo colectivo. Hoy nos acompañan [mencionar aquí algunos de los grupos presentes].
El Proyecto del Senado 0273 derogaría la Ley 89 de 1955 y transferiría las funciones del ICP al Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, diluyendo su estatus de corporación pública y debilitando su rol en la protección de los bienes culturales de Puerto Rico. Esta acción pone en riesgo décadas de esfuerzos dirigidos a la preservación y promoción de nuestra identidad. Por su parte, el Proyecto de la Cámara 0017 pretende derogar la Ley 5 de 1955, trastocando las funciones de dos programas fundamentales para la protección del patrimonio documental.
Justificar las acciones o inacciones de la presente administración como razón para eliminar el ICP es un acto que el pueblo de Puerto Rico no merece. En las vistas públicas se expondrá la realidad económica de nuestra institución, una crisis que los empleados hemos sentido y sufrido directamente debido a la Ley 7 que redujo su recurso humano en un 60%, la reducción del 90% de su presupuesto, así como la falta de visión y la ausencia de una renovación en las políticas culturales. A lo largo de la existencia del ICP, el bipartidismo ha tenido aciertos y desaciertos, pero los empleados de carrera hemos trabajado con compromiso y sin colores partidistas para cumplir con la misión establecida en la ley: garantizar la protección de nuestro patrimonio en todas sus manifestaciones, a través de sus 13 programas y oficinas administrativas.
Los programas del ICP que otorgan permisos no deben ser vistos como un obstáculo al crecimiento económico, sino como una garantía de que nuestros bienes culturales perduren para las generaciones futuras. Los empleados trabajan conforme a las leyes y reglamentos establecidos, y los endosos emitidos no son meros trámites burocráticos, sino opiniones fundamentadas en la defensa del patrimonio cultural. La protección de nuestro legado no es una barrera al desarrollo económico, sino una inversión en nuestra identidad y en la sostenibilidad de nuestras riquezas culturales.
Desde la creación del ICP mediante la Ley 89 de 1955, se ha logrado el rescate y la conservación de numerosos elementos esenciales de nuestra cultura. Gracias a esta institución, se han protegido nuestras fiestas culturales, las artes populares, documentos históricos, edificios patrimoniales, piezas arqueológicas, expresiones musicales y el desarrollo de la producción cinematográfica y televisiva en Puerto Rico, entre otros. El ICP ha sido un pilar fundamental en la reafirmación cultural de todos los sectores de nuestra sociedad. Su labor como guardián del patrimonio cultural, artístico e histórico es incuestionable. Transferir sus funciones a una agencia cuya prioridad es el desarrollo económico amenaza con subordinar la protección cultural a intereses comerciales, poniendo en peligro nuestra identidad y legado.


















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